Los Ministros Presidenciables en una Encrucijada

José Núñez.-No es uno ni son dos, mucho menos tres, son cinco los ministros en la gestión de gobierno de Danilo Medina que quieren aspirar a ser presidente de la República, es una verdad develada que se reunieron por esa condición con el primer mandatario la semana pasada, donde se dice que solo faltaron Radhamés Segura y Temístocles Montás, lo cual pudo ser por olvido o por su situación actual en la justicia por el caso Odebrecht.

Estos «presidenciables», que la Real Academia de la Lengua (RAE) define como los que tienen posibilidades de ser presidente o candidato a presidente, están en una encrucijada, es decir, «en una situación difícil y no saben qué conducta asumir».

Entonces, estos Ministros de súper Ministerios por los enormes presupuestos que manejan en las instituciones donde fueron designados, son los siguientes; Educación, Obras Públicas, Interior y Policía, Turismo y Medio Ambiente.

También hay un aspirante que no es Ministro, pero es, nada más y nada menos, el Presidente del Senado y Senador por el Distrito Nacional del PLD en su tercer período consecutivo, además es el Secretario General de ese partido. Los otros dos, Temístocles Montás y Radhamés Segura son ex funcionarios.

En este listado hay veteranos, hay un novel que siete años atrás no estaba ni militando en política, y otro desempeñaba un cargo de tercera categoría, hoy todos se asemejan en varias características, una de ellas es, que aspiran al mismo espacio en el mismo período (a la presencia del país), son reeleccionistas; ya sea por convicción o por intereses personales, dependen del cargo para aspirar, y a todos se les ha hecho dificultoso llegar a los dos dígitos en las simpatías electorales.

Además, tienen experiencia de Estado, aparentemente quieren andar juntos, ya que cada uno está esperando que el otro salga con su proyecto públicamente, y han manifestado que van al ruedo, pero solo han amagado, por cierto, a todos los invitaron a la misma reunión, en el mismo lugar y a la misma hora; el Palacio Nacional.

Hay que puntualizar, que los aludidos aspirantes tienen todo el irrefutable derecho del mundo a aspirar, y háganlo, inclusive a la mayoría le sobra el mérito, no permitan que se les haga lo que se le hizo a Margarita Cedeño de Fernández en el 2012, que violando sus derechos y la democracia interna del PLD, la conminaron a renunciar, sigan adelante con conciencia.

Pero observando la realidad y analizando la definición de la RAE sobre el concepto presidenciable, estos ministros y ex funcionarios no se ven con posibilidades de ser candidatos a presidente por su partido, por lo tanto, se deduce que mucho menos van a ser presidente de la República en la futura coyuntura del año 2020, en consecuencia, no le cabe el calificativo de presidenciables según el refutado diccionario.

Es que su potencial real es ser precandidatos y después ex precandidatos, hasta ahí, y aun así, aquí se le presenta una encrucijada, si dejan de ser ministros, se les derrumba un chin más su ínfima popularidad.

Todo luce indicar como se ha dicho, el presidente Danilo Medina quiere a sus funcionarios cien por ciento en sus compromisos institucionales para los que fueron nombrados, el que quiere aspirar, se debe ir, entonces, ¿qué hacer con sus proyectos presidenciales?

Están frente a un dilema, «se van a quedar sin pito y sin flauta», además de estar aspirando en manada, que los que hacen es solamente autorestarse, fragmentarse y debilitarse hasta el envilecimiento.

Aquí se les puede aplicar a estos aspirantes del PLD lo del aguaje, o lo del refrán popular que dice, «no es lo mismo llamar al diablo que verlo llegar».

Así es que, Reinaldo Pared Pérez, Francisco Javier García, Amarante Baret, Domínguez Brito, Gonzalo Castillo, Andrés Navarro, Radhamés Segura y Temístocles Montás, su contrincante que además de estar invicto en tres ocasiones y con una salida que no lo dejaron ejercer (año 2016), o sea, que está descansado, sepan a lo que y a quien se van a enfrentar, me refiero al doctor Leonel Fernández.

En otras palabras, quedarán irreversiblemente, primero, como ex ministros, y después como ex precandidatos, es decir, les repito, exceptuando a Reinaldo, «sin el pito ni la flauta».

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